DETALLES DEL DISCO "DOS PÁJAROS DE UN TIRO"

Pocos conciertos pueden recibir el calificativo de “históricos” con mayor merecimiento que Dos pájaros de un tiro, de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. El 4 de diciembre se publica el álbum Dos pájaros de un tiro, que refleja de manera completa esta gira única en una grabación en directo.

Dos pájaros de un tiro se publica en dos formatos: 1) Caja especial en edición limitada con 2CD+DVD que ofrece las 35 canciones del concierto completo, el documental En el nido de los pájaros (un making of realizado durante el concierto en Barcelona) y un extenso libreto de 24 páginas, y 2) Edición en digipack con 1CD+DVD de más de una hora de música y 20 canciones, que también contiene el documental y el amplio libreto.

La edición larga (2CD+DVD) de Dos pájaros de un tiro comienza como los conciertos de la gira: con una mezcla vibrante de Ocupen su localidad y Hoy puede ser un gran día, dos de las canciones más populares de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, que marca desde el principio el espíritu del álbum: sucesión de canciones de los dos mayores autores de la música española en un tándem vocal en el que Sabina asume a Serrat y Serrat a Sabina como si hubiesen compuesto juntos el repertorio. Una hermandad musical apoyada por una banda de lujo que proporciona una dinámica inédita, vital y preciosista con apoyo de los metales.

Aves de paso mantiene la tónica. Canción del repertorio Sabina que comparte cada estrofa con Serrat con la armónica de Antonio García de Diego dando color y bajando la tensión a tiempo medio, que se relaja aún más con Pueblo blanco, con el espíritu del noi como protagonista, como sucede en Algo personal, otra canción de Serrat que llega a ritmo de swing. A continuación le toca el turno al repertorio Sabina con Y sin embargo, que comienza el de Barcelona, continúa el de Úbeda, sigue con la participación de un público entregado y convertido en solista y se cierra en comunión musical.

No hago otra cosa que pensar en ti se convierte en canción-cómplice, con la letra de Serrat alterada en función de gags humorísticos en que las pullas recíprocas animan el cotarro. Quién me ha robado el mes de abril comienza con aires que recuerdan a la dylaniana Knockin’ on Heaven’s Door con un Sabina en plena forma como solista homenajeando al maestro de Duluth, igual que en Princesa, uno de sus momentos cumbre de un concierto que abunda en ellos. El dúo vuelve a aparecer en la emocionante versión de Contigo, canción de Joaquín Sabina a la que Joan Manuel Serrat aporta su particular hondura en un ambiente envolvente, sereno y sentimental.

Regresan las canciones de Serrat con Tu nombre me sabe a yerba, más mariachi que nunca y con las dos voces perfectamente engarzadas, mientras el maestro Ricardo Miralles muestra su sabiduría pianística en A la orilla de la chimenea, composición de Sabina de la que se adueña íntimamente y por completo el catalán, al tiempo que el jienense hace lo propio con la serratiana Señora, aligerándola con coros aflamencados. De nuevo Miralles introduce Aquellas pequeñas cosas que comienza ortodoxamente Serrat y Sabina transforma después en rumba. Son los momentos más acústicos y sureños del álbum que continúan con Ruido, donde el rock urbano sabinero se convierte en tango-rumba, y alcanzan el punto álgido con la versión de El muerto vivo popularizado por Peret, uno de los temas emblemáticos de la rumba catalana. El CD-1 de la caja se cierra con Es caprichoso el azar en una emocionante y ambiental versión de Joan Manuel Serrat.

El concierto sigue con Fa vint anys anys que tinc vint anys, uno de los temas emblemáticos de la primera época de Serrat (con el título ligeramente alterado) cantada en catalán, y Sabina toma el relevo cantando Poema de amor, otro clásico serratiano, esta vez con acompañamiento casi minimalista. El contraste llega con Pacto entre caballeros donde reaparece el Sabina más rockero, mientras en Noche de bodas se refleja el lado más popular y ranchero interpretado por los dos artistas. Sigue otro tema capital en un álbum repleto de canciones definitivas: Mediterráneo que Serrat se marca solo, como solo canta Sabina 19 días y 500 noches, otro clásico con el que se enfoca la parte final de un concierto en continuo ascenso.

Y llega Penélope transformado en medio tiempo y cantado a dúo, como Más de cien mentiras. Y continúan Fiesta, Pastillas para no soñar, Cantares, Y nos dieron las 10, todas cantadas al alimón antes de intentar en vano una despedida impedida por un público entregado e incondicional que, más que reclamar, exige bises tan íntimos como Paraules d’amor (cantada en catalán por Sabina y Serrat) y Lucía o tan potentes como La del pirata cojo, siempre con los dos artistas a dúo. El concierto se cierra con otras tres joyas como Calle Melancolía, Que se llama Soledad y Para la libertad, en las que Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ofrecen el hermanamiento de sus voces en interpretaciones tan irrepetibles como magníficas.

Es el final de un concierto único del que sería injusto omitir los nombres de la magnífica banda que ha acompañado a Serrat y Sabina a lo largo de toda su gira. Ahí están Ricardo Miralles (piano), Pancho Varona (guitarra acústica), Antonio García de Diego (guitarras, teclados, armónica), José A. Romero (guitarras, acordeón), Víctor Merlo (bajo eléctrico, contrabajo), Pedro Barceló (batería), Patxi Urchegui (trompeta), José Miguel Pérez Sagaste (saxo), Roberto Bazán (trombón), Marcela Ferrari (coros) y Paqui Sánchez (coros). Músicos de lujo para un álbum que refleja una parte fundamental de la historia de la música española del último medio siglo a través de canciones imperecederas y en una unión artística que las recrea y las sitúa en una nueva dimensión. Es el regalo de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Es Dos pájaros de un tiro.

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2 Comentarios

Yo soy del Quito ha dicho que…
Los discos deben ser algo genial. Sólo una cosa, y Vagabundear... dónde quedó esta canción
sproket99 ha dicho que…
w. c. han metido un poco la tijera, no están todas las que fueron, aunque si son todas las que están.

Yo sólo recuerdo haber llorado una vez. Bruce Springsteen en Barcelona, cantando el Empty Sky.

Aunque tengo que reconocer que en este concierto, Es caprichoso el azar me puso el nudito en la garganta.