NUEVO LIBRO DE GUILLERMO ORTIZ

Recuerdo que la primera vez que leí “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger, me impactó como el protagonista, Holden Cauldfield contaba con todo lujo de detalles momentos de su vida en los que se reflejaba lo mejor y lo peor de su personalidad.
Acabo de leerme “Cuando las cosas dejaron de tener sentido” de Guillermo Ortiz y he tenido una sensación parecida a la que tuve al terminar el libro de Salinger.
El protagonista de “Cuando las cosas dejaron de tener sentido” es un tipo caótico, hipnótico, fracasado, triste, melancólico, y a la vez – a pesar de la contradicción – vitalista, utópico, triunfador e hiperactivo. Lo mejor de todo es que el protagonista del libro de Guillermo Ortiz, es Guillermo Ortiz. No es un personaje inventado que vive experiencias imaginadas por su autor, ni se relaciona con personajes que no existen. Aquí todo es real. “Cuando las cosas dejaron de tener sentido” es, creo, el primer blog publicado en papel de un escritor español.
Algunos pensarán el morbo que puede tener un libro así, y lo tiene, pero no es lo principal. Lo mejor es que Guillermo Ortiz nos relata sus angustias, sus miedos, y sus triunfos con una maestría que no tiene que envidiar nada al mejor Ray Loriga.
Guillermo es un tipo callejero, obsesionado por la cultura, con el i-pod siempre a cuestas, con el ojo siempre avizor por si pasa alguna musa, obsesionado con la amistad, preocupado por los besos que da y le dan, triste por su sensación de hacerse mayor sin haber hecho nada destacable, pero olvidándose de que es un gran narrador, un buen periodista que consigue retratar fielmente a gente como el Lichis de la Cabra Mecánica, Christina Rosesvinge, Joaquín Sabina, su tío Pancho Varona o Pepu Hernández (antes de ganar el mundial de baloncesto) y sobre todo un buen tipo (aunque lo niegue sin cesar).
Todo en este libro es real. Hay diálogos brillantes, hay frases inolvidables (“La falta de amor se puede curar con ansiolíticos, la falta de ansiolíticos difícilmente se puede curar con nada”), hay sentido del humor, luz después de la oscuridad, momentos muy íntimos contados con muchísima elegancia y crudeza a la vez, hay mucho Guillermo Ortiz en “Cuando las cosas dejaron de tener sentido”. Tanto, que no sé si habrá dado cuenta de que quién lea este libro le va a conocer casi mejor de lo que se conoce él mismo: “Tengo veintiocho años pero escribo como si tuviera muchos menos. Soy un niño rabioso en demasiadas ocasiones y me enfado y río y salto y lloro y reclamo atención y me escondo y todo eso cada cinco minutos. Y que nadie piense que este blog tiene alguna pretensión de madurez. Todo lo contrario
Guillermo Ortiz nos regala su vida, sus momentos por Madrid, sus dudas y cabreos, sus éxitos y sentimientos… sus posts. Guillermo Ortiz es todo un personaje.


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3 Comentarios

Pues es una reseña de lo más fiel. Es complicado eso de convertirse a uno mismo en personaje... Muchísimas gracias, amigo, y ya saben los lectores: están todos invitados a las presentaciones de Madrid y Barcelona.

Apuntadlo en vuestras agendas! ;-)

Besitos,

G.
Anónimo ha dicho que…
te recuerda a salinger? a holden? madre mia si al final va a ser mejor de lo que pensaba. igual hago el viejo truco de ir a la biblio y decirles que lo compren y asi me lo leo y no lo pago. una vez hice eso con un libro de carlos boyero y me funciono. asi que por probar...
Anónimo ha dicho que…
Hola de nuevo Víctor,

Estaba buscando esta información para pasársela a un amigo de Barcelona, y me acabo de dar cuenta que, en el enlace, donde está la información, los datos son :
martes, día 27 de noviembre ( tú habías puesto día 28).
Espero que el Flaco no se equivoque de día con lo ocupado que está últimamente ;)

Un saludo corregidor