CRÓNICA DEL CONCIERTO DE ALFONSO DEL VALLE Y MANUEL CUESTA

Es muy triste descubrir a Alfonso del Valle a estas alturas. Y más cuando te lo recomienda gente como Fernando González Lucini o el propio Manuel Cuesta. Y yo reconozco -mea culpa- que no me había tomado el tiempo suficiente para escuchar a este cantautor sevillano. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, y "lo malo" es que al día siguiente del concierto no paro de escuchar todas las canciones que encuentro de Alfonso en youtube o en su myspace una y otra vez. Vamos al concierto. Libertad 8, sábado a las 22:00, todas las mesas ocupadas. Me siento con el bueno de Fran Fernández y sus amigas. También con Paula de Alba y Laura. Se sube Alfonso del Valle al escenario. Despacito. Serio. Sonríe tímidamente y descubro que tiene cara de actor secundario. Es una mezcla entre Al Pacino y José Sacristán, pero con pelo largo y alborotado. Voz profunda que modula como quiere al cantar. Puede llegar a agudos muy pronunciados y a graves muy divertidos. Susurra de vez en cuando... "bueno, bueno"

Alfonso le canta a la ley antitabaco y a las nuevas relaciones que se crean en las puertas de los bares, también a la generación Ni-ni, en un tema en el que reconoce que a él le gusta de vez en cuando hacer lo mismo que los protagonistas de esta generación (Sentao, mejor que de pie. Tumbao, mejor que sentao). Tal vez la canción que más me emociona (y me enamora) de todo su repertorio es la que dedica a esa petición tan infantil que le hacíamos a nuestros padres cuando queríamos algún producto que tenían "todos nuestros amigos", y nuestros padres, no se lo podían permitir. Una maravilla de repertorio. Incluso la canción "Robinsón en los bares del sur" que no me había cautivado en sus primeras escuchas, me pareció de lo más honesta y simpática. Un autorretrato fantástico .
Por cierto, Alfonso, invitó a Ángela Biedma - también sevillana - a cantar una canción muy guerrera y muy sensual. Ojito con esta chica (en la última foto con Manuel Cuesta).
Y qué decir de Manuel Cuesta que no os haya contado ya... probablemente sea el cantautor que más suda encima de un escenario. Creo que es el mejor ejemplo para explicar que se deja la garganta en sus conciertos. No muchos se atreven a cantar sin micrófono. Ni tienen la grandeza de "sacrificar" canciones de su repertorio (tiene ya 3 discos) por canciones de Quique González o de Glen Hansard
Manuel tiene una soltura envidiable encima del escenario... sus "bromas", sus comentarios, sus dedicatorias (por cierto, ¡gracias Manuel por tus palabras!) y sobre todo el detalle de preguntar al público por sus canciones favoritas (aunque luego siempre cante las que el quiere)... Manuel es mucho Manuel. Por cierto, invitó a Fran Fernández a cantar una canción preciosa (y nos recordó que el próximo 18 de Marzo Fran actuará en Libertad 8).
Y terminó el concierto (casi a la una de la mañana) con Manuel y Alfonso compartiendo canciones, risas y aplausos.
Inolvidable.

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2 Comentarios

MIGUEL ANGEL ha dicho que…
Preciosa crónica, con todo cariño, y admiración...Bonita labor la tuya.
Romano ha dicho que…
Alfonso es increíble y me paso parecido a ti,lo descubrí este último viaje a Madrid,con la bronca de haber dejado el cd allí,,,,vaya suerte,,,
Genial la crónica Víctor,,,como siempre,,,