CÉSAR RODRÍGUEZ Y MANUEL CUESTA

No me cuesta hablar bien de un sevillano,
ni concederle a un césar sus laureles,
ni en un soneto echarles una mano,
ni sollozar con sus versos más crueles.

No me importa vestirme de hombre araña,
ni estar cortando rosas de un jardín,
ni desatar el aire en la montaña,
ni que la noche kedada tenga fin.

Sí me importa decirles muchas gracias,
contarles que ellos son nuestras farmacias,
nuestras recetas contra la depresión.

Sí me importa que sigan siendo expertos
en hacer cada noche otro concierto,
en crear cada poco otra canción.

Publicar un comentario

1 Comentarios

Francixko ha dicho que…
Oyeeeeee!!

Esto está muy bonito. Muy grandes sois los tres.