LUIS RAMIRO, SIN TRAMPA NI CARTÓN (CRÓNICA DE SERGIO SÁNCHEZ)

Magia es conectar con el público. Magia es subir al escenario de la Joy Eslava y sentirse como en casa. Magia es no perder la humildad ante casi 2.000 personas. Magia es conseguir que tu público cante a pleno pulmón “Romper, sólo espero que no seas feliz con él”. Magia es hacer que una pareja experimente tantas sensaciones mientras desfilan las letras de sus canciones. Magia es el último trabajo de Luis Ramiro. 

Y con "Magia" comenzó un espectáculo que sirvió de carta de presentación de viejos conocidos, como "Perfecta", "Ser el que era" o "Poemas en el Tejado". Esta última escrita, por confesión del propio Ramiro, a un viejo amor de verano al calor de un pueblo de Castilla. Quizás es especial para él, por eso su amiga Conchita también le acompañó en el escenario.

De este último trabajo, el quinto del artista, el público también disfrutó de "El café" y de "Desayuno con diamantes". Entre canción y canción, y buceando entre viejos y nuevos éxitos, Luis Ramiro agradeció a los asistentes -hasta en tres ocasiones- el esfuerzo realizado en plena crisis para llenar los tres pisos de la sala. Mención especial dedicó a sus mecenas, quienes le han permitido grabar este disco a través de un exitoso crowdfunding. "Por vosotros haré casi todo lo que me pidáis", bromeó el cantautor. Cuida tanto de sus fans que no permitió que un chico le invitara a un gin-tonic en pleno concierto: "Guárdate el dinero para invitar a tu chica, que las copas son muy caras".

No se olvidó de sacar "El Monstruo del Armario" -para deleite de sus seguidores-, de dibujar "En círculos", de mirar "El reloj", de abrir la caja de "Pandora" y de   soltar "Mariposas imposibles", canción que cantó a cappella para evocar esas salas íntimas que han hecho tan grande al cantautor. Y aconsejó: "Cazad siempre en sueños".

Recitó poemas de sus libros "Te odio como nunca quise a nadie" y "Rojo chanel", emocionando una vez más a los incondicionales fans. Y dedicó "El Rey de la pista" al cantante Dani Martín -con quien se ha vuelto a reencontrar gracias a Twitter- y a todos los que sufren con el fútbol (sintiéndome aludido porque soy del Rayo Vallecano).

En su sana costumbre de dar las gracias a quienes le rodean, no escatimó en elogios hacia los músicos que le acompañaban y a su productor, Pablo Cebrián, con quien interpretó "Invasión extraterrestre", siendo uno de los momentos estelares de la noche. A petición de Luis Ramiro, esta actuación quedó inmortalizada en los teléfonos móviles de los allí presentes.

Como colofón, nos regaló cinco bises: "Ramiro", "Relocos y Recuerdos", "El Tíovivo", "Un amor sin estrenar" y, la buenrollista "Mañana nos casamos en las vegas" junto a Rafa Pons. Y dos horas después, entre pompas de jabón y confeti, llegó la primavera a la calle Arenal de Madrid.

Texto y fotos: Sergio Sánchez

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