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Recuerdo que hace un par de años leí en El País un reportaje sobre "el portero de Aquí no hay quien viva" que decía esto:
"Un buen día decidió quitarse el miedo de encima, saltarse la oposición familiar y marcharse a Madrid para estudiar arte dramático. Una canción de Joaquín Sabina -"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca sucedió"- favoreció que tomara en última instancia la decisión que tanto le costaba. "Una vez que decidí marcharme, lo hice con todas las consecuencias; me matriculé en la escuela de Cristina Rota y me pagué mis estudios trabajando en la pescadería de un Champion", recuerda."
Y hace un par de semanas en 20 minutos, le preguntaban esto otro:
La mejor banda sonora para la ciudad es...
... Sabina, por supuesto. Quien no conoce Madrid y escucha a Sabina, ya tiene algo ganado.
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