Quizás como gran recuerdo de esta noche en Illescas, ese lugar pequeñito que hoy ha sido el centro del universo, quede el homenaje de la banda a Antonio García de Diego, que a la hora de redactar estas líneas ya celebra su cumpleaños. Ha habido un “Cumpleaños Feliz” en toda regla cantado por músicos y público para él. Y mientras lo desgañitábamos, yo me preguntaba cuantísimos “Cumpleaños Feliz” le habrá cantado Sabina a su acompañante fiel, al chico “para casi todo” de sus discos y piruetas, a lo largo de todos estos años. Mi tocayo, un músico brillante y un tipo discreto, lo ha acogido todo con sorpresa y gran brillo en los ojos. Habrán venido muchos antes y vendrán más, pero su alma no parece esperarlos nunca. Por mucho que Sabina, tan calavera para otras cosas, jamás vaya a olvidar esa fecha en su calendario destripado de noches sin día, Antonio no parece desearlo, aunque su mirada y el entusiasmo entregado por todos, le hagan agradecerlo sinceramente…
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