EFE MADRIDEl cantautor canario Pedro Guerra descubre una «faceta desconocida» versionando sus «canciones preferidas» en «Alma mía», el primer disco de un proyecto que tenía «pendiente» para hacer un homenaje al ambiente musical de su familia y al «origen» de toda su relación con la música.
«Con este disco se hace público que canto canciones de otros en la intimidad», admite en una entrevista con Efe el cantautor, quien se estrena versionando por primera vez temas de sus compositores más admirados, cantándolos solo con su guitarra.
Guerra deja de lado con este trabajo su faceta de compositor, para reivindicar su pasión por «las canciones de otros» y demostrar que simplemente le gusta «la música» y por consiguiente, las canciones.
Unas canciones que él mismo ha seleccionado y que ha transformado con su propio estilo, como «El día que me quieras» de Gardel, que siempre sonaba en su casa cuando era pequeño, o el tema que da nombre al álbum, «Alma mía», una canción que le atrajo en la versión de un artista al que siempre ha admirado: Bola de Nieve.
Dando más importancia a los autores que a los intérpretes, Guerra completa los quince temas de «Alma mía» con clásicos de Cuba, Argentina, México y España, haciendo unas versiones con «respeto» porque no es su «intención» compararse a ninguno de sus interpretes. «Mucha gente al escucharlo lo hará», pronostica.
«Con este disco se hace público que canto canciones de otros en la intimidad», admite en una entrevista con Efe el cantautor, quien se estrena versionando por primera vez temas de sus compositores más admirados, cantándolos solo con su guitarra.
Guerra deja de lado con este trabajo su faceta de compositor, para reivindicar su pasión por «las canciones de otros» y demostrar que simplemente le gusta «la música» y por consiguiente, las canciones.
Unas canciones que él mismo ha seleccionado y que ha transformado con su propio estilo, como «El día que me quieras» de Gardel, que siempre sonaba en su casa cuando era pequeño, o el tema que da nombre al álbum, «Alma mía», una canción que le atrajo en la versión de un artista al que siempre ha admirado: Bola de Nieve.
Dando más importancia a los autores que a los intérpretes, Guerra completa los quince temas de «Alma mía» con clásicos de Cuba, Argentina, México y España, haciendo unas versiones con «respeto» porque no es su «intención» compararse a ninguno de sus interpretes. «Mucha gente al escucharlo lo hará», pronostica.
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