Leyendo lne.es me encuentro con una entrevista a El niño de la hipoteca que merece la pena destacar por aquí:
-¿«El Niño de la Hipoteca» paga una hipoteca o vive aún con su familia?
-Paga una hipoteca, vive con su madre en Barcelona, con una chica en Madrid, y con amigos en Murcia, Andorra, Zaragoza... Raro es que me tire más de 15 días seguidos en algún lugar.
-En varios temas aparece solo con una guitarra. ¿Qué se puede hacer sólo con voz y guitarra?
-Sólo hace falta ver a Drexler o Silvio Rodríguez para verlo. Además se consigue mucha cercanía con el público.
-En un concierto dijo: «Llevo este palestino para que se note que soy cantautor». ¿Hay que llevarlo para dedicarse a ello?
-No y sí. En primer lugar quiero aclarar que esa frase era un chiste más, y no se presta a dobles interpretaciones. Ironía sin ningún tipo de maldad. Obviamente llevar un palestino no significa nada, porque desde hace mucho tiempo que la moda se ha apropiado de los iconos. Lo que sí que pienso es que para ser cantautor se tiene que tener un punto de ganas de cambiar el mundo, de mejorarlo, vaya.
-Le encanta soltar «arengas» graciosas al público. ¿Verdad?
-Me encanta, y no lo puedo evitar. A veces me propongo cortar un poco el rollo, pero no puedo. Son demasiadas influencias de Buenafuente, «Muchachada Nui», Pepe Rubianes, Gila, «El Tricicle», «El Jueves», «Monthy Python», Jim Carrey, y un larguisísimo etcétera.
-Refiriéndonos a su canción «Copy-paste». ¿Cómo se le ocurrió mezclar en un solo tema autores tan distintos como Kiko Veneno o Serrat, entre otros?
-Salió hace mucho tiempo con uno de mis primeros grupos, que haciamos una versión punk del «Ave María» de Bisbal. Descubrimos que le entraba el «No Woman No Nry» de Bob Marley, el «So lonely» de The Police, y muchos más. Y un buen día me puse a indagar por la música española para sacar temas que entraban en esos cuatro acordes, con la ayuda del gran letrista Pedro Chillón.
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