He estado muy bajo de moral en los últimos meses. Los que me conocéis un poco sabéis que soy un tipo de sonrisa casi perenne, y que aunque sea un poco quejumbroso siempre veo el vaso medio lleno. Bueno, pues desde hace unos meses una serie de acontecimientos laborales (en dos palabras: MUCHÍSIMO TRABAJO) me han hecho distanciarme de este programa que tanto quiero. Llevo desde septiembre de 2004 haciendo Al caer el Sol en la que es mi casa, sigue siendo mi casa y lo seguirá siendo siempre: RADIO SOL XXI.
Pero los tiempos son duros y en la radio vivimos de la publicidad. Como podréis imaginar no corren buenos tiempos para estos temas y a las empresas les cuesta muchísimo invertir algo de dinero en algo tan importante como la publi. Y ahí estoy yo (muchos no lo sabíais, pero llevo muchos años compaginado esta labor con la de la locución). Como no me rindo fácilmete, y sé que sin patrocinadores no se pueden hacer programas, aquí me tenéis dejándome la piel para conseguir que algún valiente se anime a invertir dinero en la radio a cambio de que muchos oyentes conozcan sus productos. La cosa no va mal, pero sigue siendo muy insuficiente y, desafortunadamete, no tengo tiempo para nada más.
Para que os hagáis una idea, llego a las séis y media de la mañana a la radio, hago un turno de locución hasta las once de la mañana y luego estoy hasta las tres buscando publi. Además, desde septiembre del año pasado doy por las tardes un curso de radio en el Centro Cultural Eduardo Úrculo. Si a esto le sumamos acontecimientos muy grandes que organizamos en Radio SOL XXI (el pasado 27 de Mayo presenté nuestra gala aniversario - y la organicé con algunos compañeros - y el próximo 17 de Junio montamos una gala de Zarzuela en el Audiorio Nacional), pues sinceramente, llego a casa con taquicardias (que, además, tiene que sufrir mi mujer -¡gracias mi amor!)
Me habéis animado muchísimo con vuestros comentarios, con vuestros mensajes, con vuestros mails, con vuestras llamadas... Os quiero dar las gracias a todos y cada uno por vuestros ánimos y vuestro cariño. Os prometo que me han dado el empujoncito que necesitaba para saber que Al caer el Sol tiene que seguir. No puedo poner fecha, pero sé que regresaremos. Ojalá que sea este año, pero si no, no pasa nada... de vez en cuando os iré manteniedo informados.
Permitidme que nombre a algunos amigos que especialmente me han puesto las pilas. Javier Rodríguez del Barrio, Moncho Otero, Fernando González Lucini, Guille Ortiz, Adrián Vogel, Manuel Cuesta, y sobre todo Joaquín Carbonell, que ha sido tremendamente cariñoso conmigo (como siempre) y que me ha hecho un regalo maravilloso (su nuevo libro sobre Joaquín Sabina, al que dedicaré un "penúltimo" post mañana). Y por supuesto a Raquel, mi mujer. Ella mejor que nadie sabe como he estado estos últimos meses y ella más que nadie me anima a seguir adelante, a no tirar la toalla y a luchar por mis sueños (¡qué siguen siendo muchos!).
Un grandísimo abrazo a todos y gracias por vuestra comprensión y paciencia. Nos escuchamos y nos leemos (¡vaya rollazo que os he escrito!)
7 Comentarios
Un abrazo.
Coro
Alfredo
Suerte y esperemos una vuelta al ruedo cuando se pueda.