Mikel ya no es el chico solitario
que llegó hasta Madrid desde muy lejos.
Hoy no se sube solo a un escenario,
ni canta en el país de los espejos.
Mikel sigue teniendo un corazón
que bombea con un ritmo musical.
Le aplauden en la Rolling Stone,
y le echan de menos en Búho Real.
Si hay magia con efectos especiales
es que hay magos un poco cineastas,
es que hay grupos que nunca suenan mal.
Aunque no suenen en muchos diales,
ellos cinco son músicos de casta,
y fusionados se hacen llamar IZAL.
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