El cantautor sevillano Manuel Cuesta siempre tiene un as bajo la manga. En este caso una canción. Una canción que tenía escrita desde 1998. Han tenido que pasar 23 años, dos ciudades, varios amores, alguna cana y una boda para que todos supiéramos que "Mara" existía. Existe.
Manuel no se retiró de la música hace un par de años, tan solo de los conciertos aquí y allá. Desde ese "último baile" las musas han vuelto aparecer y en concreto, apareció una. Una a la que conocía desde que Manuel era un chaval. Una que puso todo su mundo "patas arriba" y consiguió que se volviera a su tierra natal. A Sevilla. Mara es la musa de las "11 canciones de amor y una versión desesperada" que componen este último trabajo de Cuesta. Un séptimo disco hecho con el mimo que merece el amor por su musa y también por sus seguidores. Seguidores a los que acudió en una campaña de crowdfunding que volvió a ser un éxito en estos tiempos económicamente complicados para todos.
Manuel ha trabajado codo con codo con Antonio Villalba, que ha ejercido de productor y de confidente de Manuel durante toda la grabación del disco. Un disco en el que Manuel se ha dejado acompañar por excelentes profesionales de la música como Joaquín Calderón (que toca el violín en "Una guinnes junto al mar"), Diego Cantero de Funambulista (que canta con el sevillano "El hilo rojo), o Fidel Cordero (al piano en la canción más importante, "Mara"). Antonio Villalba se ha puesto delante de sintetizadores, pianos, teclados, bajos, baterías, guitarras eléctricas y otros instrumentos. Tiene muchísimo mérito, la verdad. Al igual que el propio Manuel que se ha atrevido a llevar la voz cantante - evidentemente- y también "la guitarra cantante".
Las 12 canciones del disco tienen un sentido y una coherencia total con el Manuel Cuesta de los últimos dos años. Algunas como "Lorazepam" ya la habíamos escuchado en directo, una canción con mucha fuerza y un estribillo que se te queda en la cabeza a la primera escucha que lleva por título el famoso ansiolítico que - afortunadamente - Manuel ya no toma.
"Agosto nuestro" comienza con la voz a capella de Cuesta. Pocas canciones hay dedicadas al mes de agosto (gana por goleada el mes de abril). Un mes de vacaciones, de solecito, de terrazas, de playas y a partir de ahora también de amor. "Y yo queriendo subir al faro contigo/ que el verano se quede en tu cuerpo/ y yo pueda construir/ una casita en tu ombligo".
"Un beso en la Holiday" comienza homenajeando a Sabina (o tal vez más a Enrique Urquijo) y tiene un aura peliculera que acaba con un baile en la discoteca Holiday al ritmo de Alaska y Dinarama. ¡Preciosa!
"Mujer exacta" es un retrato desde la admiración y el amor de la protagonista del disco. "El aire que me concede me salva la vida/ su risa es mi potencia y es mi aliento/ sus cicatrices en las yemas de mis dedos/ sus uñas color berenjena acariciando mi cuello".
En la canción anterior ya menciona "El hilo rojo" y en la siguiente canción compartida con Diego Cantero de Funambulista cantan que "desde entonces creo que nunca perdí el hilo/ este hilo rojo que hoy nos vuelve a enredar". Una cancón de reencuentro, de recuerdos, del comienzo después de los años, del destino... una vez más, del amor.
Tuve la suerte de que Manuel me mandara hace meses "El fin de la pandemia". Han sido meses durísimos para todo y es maravilloso que las musas inspirasen canciones con tanta luz como esta de Manuel. Afortunadamente, escuchada hoy empieza a quedarse "vieja". Y me imagino que ese era el deseo de Manuel cuando la compuso. Una canción que queda como fotografía de un tiempo triste y terrible para todos. "Jamás olvidaremos a los profesionales que velaron por nosotros/ a los abuelos y a las abuelas/ y yo estaré contigo como lo estuve en esta contienda".
La "Nana de Mar" es mi canción favorita del disco. Una canción dulce, entrañable, muy íntima, muy personal y precisamente por eso, universal. Una joya de canción con ritmo de nana. "Poder acariciar tus pies/ desactivar tu enfado/ ser la imagen de tu calma/ o la llave de tus labios".
"El vals del chico introvertido" tiene mucha magia gracias a la voz del poeta catalán Joan Camps recitando versos como estos: "Cae la tarde en la ciudad/ y los rayos del sol/ vestidos de naranja/ me hablan de ti sin parar". Joan ya acompañó a Manuel en su concierto de despedida de "El último baile" y se ha forjado una bonita amistad entre ambos.
"Una guiness junto al mar" podría transcurrir en Irlanda si no fuera por las tortillas de camarones que aparecen entre sus versos. También se puede beber una Guiness en Chipiona. Esta es una canción que se escucha y se saborea. También huele a feria. Una canción increíble con el violín de Joaquín Calderón acompañando la voz de Manuel.
"Mara" es la canción más antigua del disco, una canción que Manuel tenía guardada desde 1998, desde que conoció a la que hoy es su mujer. Esta es la canción central del disco, la canción más importante, sin duda alguna.
"Legen-dario" suena a años 80. Los sintetizadores le dan un aire espectacular a la canción. OBK, Serendipity, Ted y Robin de "Cómo conocí a vuestra madre", una trompa azul (que fue uno de los regalos que Manuel le hizo a Mara cuando se casaron)... una canción con un punto friki maravilloso, con un punto Cuesta al fin y al cabo.
El disco cierra con la versión de "Break my heart" de Finneas O´Conell, que ha hecho el sevillano. Como curiosidad, la voz femenina que escuchamos de fondo es de la propia Mar, la protagonista absoluta del disco.
En pocas semanas podremos disfrutar de "Amara" en todas las plataformas digitales, mientras tanto, el sábado 5 de junio Manuel presentará estas canciones en Libertad 8. Lo hará en dos sesiones para garantizar la distancia social y la seguridad anti-covid. A las 18:00 será el primer pase y el segundo a las 21:00. Además el concierto se retransmitirá también en streaming para todo el mundo.
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