Hace unos meses Tontxu se pasó por Radio SOL XXI para presentar su nuevo trabajo "Cuerdas vocales y consonantes" (en la que por cierto hay una canción que me gusta mucho "El destino de mi corazón"... se puede escuchar en su web)
Tontxu nunca ha sido especialmente santo de mi devoción, tiene canciones que me emocionan, pero nunca ha despertado en mi las ganas de descubrir su discografía en su totalidad. Aún así, reconozco que es uno de los cantautores más queridos y admirados y creo que sabe hacer canciones hermosas, cosa que no es nada fácil.
A Tontxu se le ha criticado muchísimo en los últimos 2 años por su paso por un programa de televisión de telerrealidad, y su persona ha suscitado encendidos debates entre cantautores y seguidores que no se han tirado de los pelos de milagro (lo digo porque he asistido a más de una "bronca" de defensores de Tontxu y detractores).
Eso sí, con un servidor, siempre ha sido un tipo majo, accesible y humilde. Lo mismo te habla de música, que de su hijo o de su pasión por la radio.
El otro día en Libertad 8 le pregunté si estaba contento con como iba funcionando su nuevo disco y me dijo con una sonrisa en la boca que no había llegado a las 10.000 copias vendidas. Me comentó que sus primeros discos vendían entre cuarenta y sesenta mil copias, y que desde 2003 todo aquello había cambiado. Me dio unos datos tremendos de como había bajado la venta de discos en España en solo cuatro años (un 44%).
Manteniendo la sonrisa me dijo orgulloso, que el vive de los conciertos y que no le preocupan en absoluto las bajas ventas.
Haciendo una pequeña reflexión me doy cuenta de como han cambiado nuestras vidas desde que tenemos internet, móvil y todo tipo de tecnología de última generación. En el 2000, nadie sabía qué era un blog, un mp3, o un móvil con bluetooth. Hoy no podemos vivir sin ellos. Y en la industria musical, quién aún no acepta las nuevas reglas que rigen la distribución de la música, se quedará estancado y en un punto muerto irreversible. Asi que, ya sabes, "carretera y top manta". No queda otra.
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