Llegó Marwan constipado, pero feliz. Llegó Luis Ramiro curado de un constipado, pero feliz. Llegó Javier Krahe helado de frío, pero feliz. La entrevista comenzó con unos silencios muy incómodos que me costó rellenar. Krahe poco a poco entró en calor y nos regaló algunas de sus perlas irónicas y una anécdota brasseniana que tuve que arrancarle casi literalmente. Marwan y Luis ligeramente tímidos (en comparación con otras entrevistas). Yo intentándome hacer el gracioso sin conseguirlo. Se acaba la entrevista, hago unas fotos y nos tomamos algo en el bar de abajo. Y sin ningún micrófono de por medio surge el buen rollo, la charla amena, las risas, las anécdotas musicales, la discusión sobre la crítica y los abrazos. El día 2 de Diciembre actúan en Libertad 8. Allí estaremos.
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