Llevo varios días pensando en el concierto que Ismael Serrano dio el pasado domingo en el Palacio de Congresos. No fue un concierto normal. Ismael medía tres metros de altura, aunque su estatura real sea de metro ochenta. Ismael estaba tan tranquilo y tan feliz, que consiguió que las dos mil personas que llenamos el Palacio de Congresos nos sintiésemos como en el salón de nuestra propia casa. Entre todos sus grandes éxitos, nos coló con una naturalidad maravillosa una canción de Joan Baptista Humet grandiosa y una versión de "La tormenta" de George Brassens adaptada por Javier Krahe hace casi treinta años. Ambos temas los hizo suyos de tal modo que estoy seguro que muchos de los presentes nunca hubieran adivinado que esas dos canciones no están compuestas por él.
Por lo demás, nada importante, Ismael volvió a hacerme llorar cantando "Al bando vencido". Ya me pasó hace años en un concierto frustrado por una lluvia violenta y salvaje que hizo que tuviera que dejar de cantar a la mitad del recital (creo que fue en unas fiestas del PCE hace tres o cuatro años). El año pasado en un bar cerquita de la Puerta del Sol, Moncho Otero, Alicia García, Ismael y yo nos tomábamos unas cervezas después de una presentación en la FNAC de algún disco, y tuve ocasión de charlar largo y tendido con Ismael sobre el significado de esa canción y lo que me emociona siempre que la escucho. Cuando cantó este tema el pasado domingo no pude evitar fijarme en su padre, Rodolfo, que estaba sentado justo delante mío, y recordar aquellos maravillosos versos dedicados a su propio padre (el abuelo de Ismael).
Dejo las lágrimas de lado para pasar a las sonrisas, o directamente a las carcajadas, y es que el señor Serrano hizo gala del mejor sentido del humor, a veces acompañado del Maestro Bergia, a veces el solo delante del micrófono. La gente lo agradeción con profundas risas y grandes aplausos.
Las cantó todas. Pero la gente coreó especialmente las de siempre: "Papá cuéntame otra vez", "Amo tanto la vida", "Vine del norte", "Tierna y dulce historia de amor".... y también de las más nuevas: "Sucede que a veces", "Si se callase el ruido", "Duermes"...
En fin, un concierto perfecto, que duró tres horas aproximadamente y con un público entregadísimo entre los que nos encontrábamos varios amigos que conocéis bien, como Marwan, Luis Ramiro, Manuel Cuesta, Rafa Mora, Moncho Otero, Alejandro Martínez... el padre de Ismael, Rodolfo Serrano (como os comentaba antes), varias amigas bloggeras, y hasta importantes dirigentes políticos como Leire Pajín que se sentó al lado de un servidor.
Un concierto inolvidable que cierra una gira de más de 130 conciertos y que nos deja las puertas abiertas a un futuro brillante del cantautor madrileño más universal.
9 Comentarios
Bravo Ismael! y felicidades Víctor por tus crónicas!
Pasa unas fiestas estupendas!
Un abrazo
(Por cierto yo soy la que te saludó a la puerta del palacio de congresos con Maria Txilibrin...jeje)
Abrazos transoceanicos
después en otro concierto ya no ,, su figura se me hizo más conocida y "humana ".
saludos desde argentina
Tiene gracia lo de ver un concierto al lado de un/una politic@ importante. Yo hace un tiempo vi uno al lado de Bibiana Aído y hace pocos días tuve que hacerle una crítica en el programa. Y al salir del estudio pensaba: "Joder, con qué cara vuelvo a coincidir con ella si voy a ver a Paco Cifuentes o a algun@ similar...".
En fin, cosas que pasan... Abrazos enormes. Mil gracias por tus versos en mi correo electrónico y Feliz Futuro siempre... Antoine
Saludos y feliz 2009.
A ver si me cae para reyes el dvd de un lugar soñado... si no, iré ese mismo día a comprarlo! jaja
Besos!!
(vaya nivelón, entre cantautores y Leire Pajín)
Besos y música,
Jara
pd. Cambiando de tema... qué me dices de lo de Tontxu y Eve en Eurovisión?
Sé que en persona me tienes que saludar, jajajajaaa
Nos vemos en los bares
MUAKS