"¿Tan pronto por aquí?", dijo el tío Marcial
con un gesto de asombro
cuando la vio venir con su blanco sayal
y la guadaña al hombro.
Javier Krahe cantando "El tío Marcial"
con un gesto de asombro
cuando la vio venir con su blanco sayal
y la guadaña al hombro.
Javier Krahe cantando "El tío Marcial"
No me puedo creer que haya fallecido Javier Krahe. Hoy empiezo mis vacaciones de luto. Llevo toda la mañana muy triste pensando que no vamos a volver a escuchar una nueva canción de Krahe. Hoy todos los informativos, periódicos y diarios digitales le recuerdan en La Mandrágora, etc... pero Krahe seguía en plena forma. En sus últimas canciones sigue habiendo una maestría que más quisieran muchos. Ayer yo mismo cantaba en voz alta "Cuando fui infiel/ lo fui noblemente de hotel en hotel/ cuando lo fue ella/ lo fue por sorpresa en Navalagamella". Un genio.
Me da mucha rabia hablar de uno mismo cuando fallece alguien al que admiras, pero es que Javier Krahe fue uno de los culpables de que Al caer el Sol se pusiera en marcha. En febrero de este año se cumplieron 10 años de la primera entrevista que le hice a Javier. Tanto la foto de arriba como la de aquí abajo son lo único que queda de aquellas charlas que desgraciadamente se han perdido por el camino (en aquella época no se subía el audio a internet). Yo era un chaval de 21 años que le había escuchado desde que era un crío en el coche de mis padres.
Además de ser uno de los cantautores que más veces he entrevistado en Radio SOL tuve la suerte de conocer un poquito a Krahe en sus propios conciertos y en algunos otros. Esta foto de aquí abajo me la envió Joaquín Carbonell y la tengo un especial cariño porque también está Enrique Cavestany, el que fue el dueño de La Mandrágora durante toda aquella época. La foto nos la hicimos -creo recordar- en la Sala Clamores.
Como sabéis siempre me ha gustado unir talentos, juntar generaciones distintas, y una de las últimas entrevistas que hice fue con Marwan y Luis Ramiro. Recuerdo que después de la entrevista nos bajamos a tomar unas cervezas al bar de abajo y tuvimos una charla realmente interesante.
Además Javier era vecino de Radio SOL. Creo recordar que vivía en la calle de la Madera, a menos de 5 minutos de la emisora y en numerosas ocasiones nos cruzábamos por la calle San Bernardo y nos saludábamos con cariño. Era un hombre serio. Muy serio. Pero a la vez entrañable y divertidísimo. Fue un honor conocerle, entrevistarle y disfrutar de sus conciertos. Hoy solo puedo pensar en " La hoguera", "Nos ocupamos del mar", "La tormenta", "Nembutal", "Cuervo ingenuo", "En la costa suiza" (para mi una de sus mejores composiciones), "El bufón, la princesa y la bola", "Las antípodas", "Vecindario", "Como Ulises" y tantísimas otras. ¡Gracias Javier! ¡Ya te echamos de menos!
0 Comentarios