CEDACEROS, 4. UN PASEO CON BERGIA.

Ayer me di cuenta de que Bergia tiene un cierto aire a John Goodman. Este parecido razonable no pretende ser ni crítica ni piropo, simplemente una constatación de que es un tío grande en todos los sentidos. Y por eso sorprende que salga de su garganta una voz que no se parece a ninguna otra. Una voz áspera, pero dulce. Una voz libre (con perdón de la cursilería), una voz perfecta para cantar las melodías que este hombre imagina, crea... Me cuesta explicar que tipo de música hace Javier Bergia. Si, de acuerdo, es música de autor, pero sus canciones tienen melodías "medievales"... aunque tampoco patino mucho si digo que hace melodías "futuristas" (medio new age). Bergia canta y el Búho Real escucha. Y entre canción y canción reflexiones tronchantes. Que "qué coño piensan las vacas cuando se tiran media hora con la cabeza pegada a un matorral como si hubiera algo interesante", que si "las versiones en castellano de clásicos como The Boxer o Yesterday son horrorosas", que si "qué putada que se carguen la casa donde uno nació, la calle donde uno paseó de niño". Aquí leídas no tienen gracia estas "reflexiones", claro, pero Bergia es uno de los tipos más divertidos que conozco. Y no exagero. Bueno un poquito.

Aún no he escuchado Cedaceros, 4, aunque ya lo tengo en mis manos (gracias Javier!), pero tengo muchas ganas de subir el volumen del equipo de mi habitación y disfrutar de las nuevas canciones de Bergia. Por cierto, Ismael Serrano participa en el disco y el diseño es de Moncho Otero.

Por cierto, aprovecho para mandar un fuerte abrazo a Antonio y a Esther que me dieron una alegría a las puertas del Búho Real. Gracias por leerme, amigos!