No parecía haber divisiones entre los admiradores de uno y de otro. Ni tampoco entre generaciones. Se hereda a Serrat y a Sabina como se hereda el club de fútbol. Los dos públicos tienen un punto coincidente y por ahí es por donde entraron ayer a espuertas. Las canciones bien hechas, las letras de la memoria -ya canten a la mala o a la buena vida-, enredan al universo de los taitantos sin fisuras.(...)Se notaba que Sabina jugaba en casa. El público saludaba más el repertorio del jienense y también su presencia. Ahora bien, Serrat es mucho Serrat, y escuchar de su voz y de su sensibilidad las primeras estrofas de 'Y sin embargo' es un momento difícil de olvidar. Después, cuando aparece Sabina, ya es karaoke, ya es el tema tantas veces coreado.
"Los catalanes inventaron el amor para no tener que pagar por follar", le soltó Sabina a Serrat en uno de esos interludios a lo Pimpinela que fueron adquiriendo durante el espectáculo casi tanta importancia como los temas. Carcajadas preparatorias para 'No hago otra cosa que pensar en ti', un clásico de Serrat que dibujaron cómicamente casi reencarnados en Jack Lemon y Walter Matthau.
Con 'Tu nombre me sabe a hierba', con 'Princesa', con 'Mediterráneo', y con todos los grandes clásicos de los dos, sentaron las bases de sus argumentos: no pasarían de la primera gala de Operación Triunfo, les falla la voz, no saben empastar, a veces se les olvidan las letras, pero han hecho esos temas, y eso es incontestable.
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Con 'Tu nombre me sabe a hierba', con 'Princesa', con 'Mediterráneo', y con todos los grandes clásicos de los dos, sentaron las bases de sus argumentos: no pasarían de la primera gala de Operación Triunfo, les falla la voz, no saben empastar, a veces se les olvidan las letras, pero han hecho esos temas, y eso es incontestable.
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5 Comentarios
Una pena que no nos pudieramos saludar en persona. Un abrazo.
Carmen Esteban
Yo estuve el miércoles por la noche y flipé, una vez más, con Sabina y con Serrat. Me emociono, qué le vamos a hacer.
Un beso grande