Andrés Suárez en un escenario mejora claramente sus discos, por muy bien producidos que hayan estado. El directo de Andrés es arrojo, valentía, dinamita y energía pura. Un sólido mensaje vitalista que se renueva y un compendio de virtudes que provocan que un tipo tímido se transforme en las melodías. Parece mentira que las palabras desnudas cambien tanto cuando se entregan con una guitarra. Pero así se conduce el alma menguada. Soñamos con alientos desnudos que nos deslumbren y nos cuesta honrarlos como merecen cuando se muestran. Esta noche, Andrés Suárez ha querido ayudarnos a bregar en el silogismo con una carga de fuerza tan brutal, que aún se alumbran con ella las farolas de la Calle Libertad…
Antonio Mingarro, como siempre, haciendo malabares con las palabras para contarnos sus vivencias concertiles. Lee toda la crónica aquí.
2 Comentarios
Por otra parte, me alegro enormemente de lo de Chaouen... Molan "avalanchas" así...
Abrazos, Alfarito!
Besitos grandes Víctor.