Acabo de cerrar las tapas del libro "Los girasoles ciegos" y me cuesta explicar lo que he sentido leyendo esta pequeña (y a la vez enorme) novela de Alberto Méndez. Necesito recomendar este libro a todo aquel que no le importe sufrir y llorar para conocer los detalles más tristes de la posguerra española. Un libro muy bien escrito, que mezcla datos reales y novelados que me ha dejado noqueado, destrozado y a la vez esperanzado, pensando en todo lo que se ha avanzado en este país. Necesitamos reivindicar la memoria. No para odiar. Ni siquiera para buscar justicia. Tan solo para honrar a todos los que vivieron una vida invivible durante muchos años.
Solo son 150 hojas. Localizar "Los girasoles ciegos" cuanto antes, se lo debemos a la memoria de miles de personas. Nos lo debemos a nosotros mismos.