Hay conciertos de los que sales sintiéndote afortunado. El de ayer, en la Fundación Progreso y Cultura de UGT Madrid fue uno de ellos. Luis Pastor y Lourdes Guerra cantaron a un Miguel Hernández nuevo para mi. En sus canciones había muy poco del Hernández guerrero y combativo y muy mucho del romántico, del sencillo, del pastor.
Luis estaba agusto, y se notaba. Y el público aplaudía a rabiar a pesar de no conocer las canciones inéditas que nos iba regalando.
Golpes en el pecho, coplas, flamenco, ritmos portugueses, brasileños, y la suave voz de Lourdes Guerra acompañando muchas de las canciones de Luis. Por cierto, después de Olga Román con Joaquín Sabina, Lourdes es la mejor cantante empastando su voz a la de Luis. Y no debe ser fácil. Sobre todo porque desde hace unos años, las canciones de Pastor beben de ritmos y sonoridades africanas, hispanoamericanas, casi tribales.
Impacta ver al cantautor extremeño, con su pelo cano, tan delgado, siempre sonriente, explicando como la Censura impidió que varias de sus primeras canciones saliesen a la luz. Impacta escucharle hablar de Miguel Hernández en la cárcel escribiendo a su hijo por su segundo cumpleaños ( Con dos años, dos flores cumples ahora./ Dos alondras llenando toda tu aurora./ Niño radiante :/ va mi sangre contigo siempre adelante ).
Impacta ver a Luis hablando de su infacia, de sus navidades, de sus zapatos casi vacíos el día de reyes ("Tan sólo una naranja que me parecía como el Sol de grande"... nos explicaba melancólico). Golpeándose el pecho y con ritmo de villancico clásico, de pueblo, cantando versos como estos: Por el cinco de enero, cada enero ponia/ mi calzado cabrero a la ventana fria./ Y encontraba los dias que derriban las puertas,/ mis abarcas vacias, mis abarcas desiertas.
La de ayer fue una noche inolvidable. Luis recordó a Labordeta, su buen amigo Labordeta. Recordó a Saramago, su buen amigo Saramago, y recordó canciones que no canta desde hace años. Fue un lujazo escuchar "Vamos juntos", esos maravillosos versos de Benedetti que se convirtieron en un himno en la voz de Luis y que ayer el público coreó con una fuerza y una vitalidad brutal.
Y terminó con una de mis canciones favoritas de su repertorio. Una canción fantástica que en su disco de dúos interpretó con Miguel Ríos: "Mar de lágrimas". Recuerdo que en una de nuestras últimas entrevistas en Radio SOL XXI me contó que el estribillo de esta canción era un "refrán" de un pueblecito africano que le emocionó de tal manera que le inspiró esta canción. A mi no se me olvidará nunca el concierto de ayer de Luis Pastor y Lourdes Guerra. ¿Por qué? "Porque puedes olvidar con quién has reído, pero nunca olvidarás con quien has llorado". Y yo ayer me emocioné varias veces.
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El próximo viernes 15 de octubre, concierto gratuito de ESMERALDA GRAO Y VICENS CÁNOVAS cantando a Miguel Hernández en la Calle Maldonado 53.
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