Por Santiago Alcanda
Canciones de plenilunio y canciones de sol, canciones de esperanza en
las noches más oscuras. ‘SoloLuna’ es el segundo disco de Pedro Pastor, este
madrileño global que encandila o arremete con voz suave, como susurrándonos al
oído cuanto le remueve por dentro y le exaspera de fuera.
¿Cantautor de nueva generación? Sí,
rotundamente, sí. Pedro Pastor recoge el testigo impregnado de las
músicas de su tiempo, del último rock y del hip hop, - de Carlos Chauen,
Extremoduro o Quique González a Jorge Drexler, Bebe o Violadores del Verso -,
del reggae, del dub, de la nueva rumba y del funk. Acoge entusiasta el legado
de sus cantautores padres y madres, abuelos y abuelas, citando a mi manera a
Luis Pastor, padre de la criatura “aquellos revolucionarios ingenuos, sonrientes
y valientes, contra corriente, soñadores de poesía y de canciones”, – Silvio
Rodríguez, Aute, Atahualpa Yupanqui, Caetano Veloso, Hilario Camacho, Pablo
Milanés, Violeta Parra, Elisa Serna, Ricardo Cantalapiedra, Mercedes Sosa,
Milton Nascimento, etc, etc –, lo asimila y lo hace suyo y contemporáneo,
nuevo como un amanecer. ¿Qué fue de los cantautores? Nunca se fueron,
siempre vivitos, siempre cantando por encima de la suerte o de la muerte.
Y Gaia, Y Pedro Pastor en medio,
nos lo cuenta:
'SoloLuna' es el círculo
donde habitan el viaje y el hogar, el movimiento y la quietud, lo individual y
el colectivo; es el punto en común entre el sol y la luna, entre el hombre
y la mujer, entre quienes somos y quienes querríamos ser.
'SoloLuna' es
mi centro y mi equilibrio, un camino hacia uno mismo y hacia la tierra al mismo
tiempo
Pedro Pastor, entre el Sol y la Luna, es un viajero, explorador de canciones
terráqueas, cuentacuentos de versos únicos, “sin miedo escénico,… sin tópicos”,
como rapea en la introducción de este “SoloLuna”. Un poeta amoroso
incondicional, joven filósofo, juez cronista de paz, de luz plena, inspirado,
que se mira sin disimulo– “mágico y estético… etílico, lunático, errático…
cinematográfico, utópico -. que se derrite en la dulzura por muy crítico, ácido
y psicotrópico que se muestre. “SoloLuna” suena ibérico – “La Rosa de
Luxemburgo”-, suena a América – “Mariana” –y suena a África – “Centro”, suena
viajado.
“Miles de kilómetros han recorrido estas canciones, nuevos sonidos,
nuevos ritmos, nuevas tendencias, un comienzo de ruptura con la
perspectiva occidental también desde la música, una búsqueda, una exploración
constante sin principio ni final, pues todo habita en todo y la vida es,
en sí misma, el viaje”
De la vida plena a la plena luna, a
pleno sol, “SoloLuna” es un paso de gigante del mejor cantautor de los
nuevos tiempos, como creador de canciones, de versos agradecidos, proclamas
incómodas, de melodías afectuosas y acordes Sí, lo repito: el Joaquín Sabina de
la nueva generación.
“Llegan las canciones traen la luz”
"Sin Flor" es el primer
single de SoloLuna y es una canción para la memoria, para la historia; memoria
histórica para este país amnésico.
SoloLuna saldrá a la venta el
próximo viernes, 24
de febrero en tiendas y en las principales plataformas
digitales.
El concierto de presentación
será en la Sala Galileo Galilei de
Madrid el sábado, 4 de marzo a las 21:00h.
0 Comentarios